Localizada a unas cuadras de Paseo de la Reforma, la casa Montes Pirineos se sitúa en un entorno urbano de fuerte tradición arquitectónica. El reto consistió en actualizar un inmueble de formas clásicas sin perder su carácter, incorporando materiales y acabados contemporáneos que garantizaran vigencia y bajo mantenimiento.

La inserción busca revitalizar accesos, patios y fachadas, transformando espacios de tránsito en áreas de convivencia. La jardinería se reordenó con especies existentes, y se incorporaron bancas de piedra en bruto para generar puntos de encuentro.

El concepto se centra en tres ejes: reactivación de áreas comunes, renovación de acabados y actualización de fachadas. Así, se preserva la sobriedad original mientras se potencia la habitabilidad con un lenguaje atemporal.