Preliminares. Realizamos el levantamiento y análisis del sitio para evaluar su viabilidad y definir, junto con el cliente, el programa de necesidades. A partir de ello, desarrollamos los diagramas que dan estructura y claridad al diseño. Conceptualización. Convertimos las necesidades del cliente en ideas arquitectónicas claras. Mediante bocetos, planos y modelos digitales, definimos el carácter y lenguaje del proyecto, consolidando una propuesta coherente entre funcionalidad, contexto y estética. Acabados. Asesoramos en la selección de materiales, colores y texturas que definan la identidad del proyecto. A través de moodboards y visitas a proveedores, elegimos acabados que equilibren estética, durabilidad y mantenimiento, logrando una materialidad coherente y atemporal. Proyecto Ejecutivo. Elaboramos la documentación técnica que permite construir el proyecto: planos arquitectónicos, detalles, carpinterías, cancelerías, iluminación e instalaciones. Cada elemento se desarrolla con precisión y coordinación interdisciplinaria para asegurar una ejecución fiel al concepto original. Supervisión de Obra. Supervisamos el proceso constructivo para asegurar que la obra se ejecute conforme al diseño. Mediante visitas, reportes y coordinación de equipos, garantizamos calidad, control y fidelidad al concepto original.